lunes, 23 de noviembre de 2015

ALAMBRAR LOS MARRANOS

Respondo a uno de los tres verbos que me pidió María.
Para mí esta pregunta es muy sencilla pues yo ayudé muchas veces a mi padre a alambrar los marranos.
Alambrar los marranos quiere decir poner una o dos argollas en la " jeta " del marrano, para evitar que hoce en el corral, en el pocilgo o en el " cercao ".
Cuando se compraban ya traían puestas dos argollas, y cuando nosotros " criábamos garrapos ", antes de venderlos les poníamos dos argollas.
Las argollas las comprábamos en la ferretería en Tamames. Las vendían en cajas que solían tener diez argollas. Las argollas eran de diferentes tamaños según el tamaño de los marranos.
La " máquina " que se utilizaba eran los alicates, aunque yo recuerdo que mi tío Horacio tanía unos alicates con una canaleta en la que se colocaba la argolla y era más sencillo el alambrar.
Cuando los marranos eran pequeños se les cogía entre las piernas y cuando eran grandes se utlizaba una soga. En casi todos los corrales había una viga que servía para pasar la soga y, con un nudo corredizo se les sujetaba por los colmillos. De esta forma abrían bien la boca para ponerle en la parte superior de la nariz las argollas que  a cada amo le parecía conveniente.
Lo normal era que se pusieran dos argollas, que se reponían , cuando las perdían.Lo importante era que los marranos, grandes o chicos - a los que se llamaba garrapos - no hozasen.
Cuando en Cereceda hubo porquero había que tener los marranos alambrados obligatoriamente para echarlos a la "porcá ". También era obligado alambrarlos para llevarlos al " cercao de los marranos ".

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