lunes, 2 de julio de 2018


EL BOCIL DE LA POZA





Cuando hacíamos las pozas a lo largo del río Yeltes o del río Cerezo - al que nosotros llamamos río Chico o río del Periquito - siempre poníamos cuatro lanchas para hacer el bocil.
El bocil es el agujero por el que sale el agua que ha estado retenida en la poza.
Una lancha se ponía como cimiento, otra como tejado y dos en los laterales.
De esta forma teníamos un hueco que tapábamos con terrones - bloques de césped que arrancábamos junto a la poza - y que destapábamos con la mano o con un palo.
El destapar la poza con la mano tenía el problema de que por la mañana temprano  - a las seis o las siete de la mañana - el agua estaba helada. Era necesario para regar adecuadamente que el " tercio " de agua fuera suficiente pero no excesivo. Para regular la salida del agua colocábamos una piedra que tapaba una parte del bocil.
Si se destapaba la poza con un palo largo y gordo como el brazo de una persona, se hacía por fuera de la poza. Luego había que regular mediante una piedra la cantidad de agua suficiente para el riego.
Era difícil calcular el agua adecuada. El cálculo se hacía teniendo en cuenta varios factores : los productos sembrados en el huerto ( patatas, alubias, remolachas, berzas, millo ), la distancia entre la poza y el linar, el estado de la regadera por la que circularía el agua, y , sobre todo, " el provecho de quien vaya a regar " - decía mi padre.
 A mí, que soy mejor agricultor que ganadero - me gustaba un " tercio " grande. Había gente que regaba " con una lágrima."
En la Poza del " agua del pueblo - llamada también " agua del común " - han puesto un bocil de hierro que se tapa y se destapa con un " volante " giratorio.

   Foto   www.google.es

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