domingo, 18 de octubre de 2020

LA HERRADA DE SACAR EL AGUA DEL POZO CON EL CIGÜEÑAL





Yo tengo una herrada como ésa para poner el agua a mis perros. Mi herrada nunca ha " bailao " al ritmo del cigüeñal ni en las Suertes, ni en las Canalejas ni en el Tejar. Mi herrada nació para servir a los perros. Desconozco si ese destino le agrada o le desagrada, pero yo no tengo pozo, ni polea, ni cuerda, ni cigüeñal.

En Cereceda se utilizaban también para llevar agua a los cebones o comida a los garrapines. Además a la vuelta de los huertos venían llenas de tomates, frejones, alguna lechuga o alguna patata que se había cruzado en el camino de la azada al " abrir las bocas " a los surcos del cantero, para regarlas.

Tengo una sin estrenar en la casa del pueblo, comprada en Tamames, en la ferretería de la plaza, que nunca fué a ningún huerto. Es casi una pieza de museo, colocada junto al fuelle de sulfatar y al lado de la romana chica.

La abuela Micaela la ha llevado a coger agua del caño. Poca agua porque la herrada pesa bastante y las fuerzas de la abuela Micaela han ido disminuyendo al aumentar la edad.

Cuando hace unos años organicé una carrera de estufas llenas de agua desde la Poza, calle Larga abajo, hasta la Plaza y la puerta del Bar Flores, les dije a mis amigos : El próximo año haremos la carrera con una herrada llena de agua.

Al año siguiente yo pasé el verano en otras tierras. Pero he pensado que, quizás, las herradas ya hayan pasado " a mejor vida " en las casas del pueblo.

Foto  pinterest.es

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