AQUÍ EL MÁS TONTO HACE RELOJES.

Antiguamente la profesión de relojero era una profesión para gente muy inteligente.
La frase significa también que el relojero es el más " listo " en el sentido de gente " aprovechada."
( Hay un blog que se denomina así " elmastontohacerelojes,blogspot.com).

Me han contado que en cierta ocasión se presentó en Cereceda un hombre  que compraba útiles de labranza.
Yugos, arados, azadas, carros, trillos, todo lo compraba sentado junto a la barra del bar.
El hombre tenía pinta de rico. Una cadena dorada iba desde una botonera del chaleco hasta el pequeño bolsillo del chaleco donde se alojaba un reloj de oro.
- Lo compro todo y pago al contado.
Un vecino que acababa de abandonar la partida de tute se le acercó ofreciéndole un carro.
- Está casi sin estrenar. Hecho en Abusejo. Siempre ha estado guardado en el corral. No ha dormido ni una noche al sereno, en la calle.
El comprador sacó su reloj dorado, levantó la tapa y le replicó :
- Tengo prisa pues ya son las seis y media y tengo que volver a la capital.
- Tiene un buen reloj. Seguro que es suizo. Los suizos son muy inteligentes. Seguro que le habrá costado, por lo menos, medio millón de pesetas, intervino el dueño del bar, con oficio de camarero.
- Desde que lo tengo, hace ya treinta años, no se ha adelantado ni se ha atrasado un segundo.
- Bueno, si le interesa, vamos a ver el carro, terció el vecino del pueblo.
Nada más abrir la puerta del corral, el comprador comenzó a admirar la belleza del carro : buenos herrajes, buena pintura, buena madera....  ¿ Cuánto quiere por él ?.
- Un millón de pesetas.
- Me parece algo mucho. .. Pero le compro el tablero de delante.
El tablero de delante de la caja del carro tenía una preciosa escena de toros.
- Si usted lo quiere se lo vendo. Un millón de pesetas ..... y le regalo el carro.

El hombre de la capital regresó al bar sin hacer compra alguna.
- Ya son las siete. Este reloj es suizo. Gente muy inteligente - dijo al camarero mientras devolvía el reloj al bolsillo del chaleco - pero me parece que el dueño del carro también lo es.
- Oiga, le replicó el dueño del bar  " es que en este pueblo el más tonto hace relojes."

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