lunes, 11 de marzo de 2019


AYUGAR

Es un verbo que se utilizaba muchísimo en Cereceda hace unos 50 - 60 años.
Mi padre ayugaba con el tío Gerardo.





En el pueblo ayugar significaba " uñir " en el yugo dos vacas que eran cada una de un dueño diferente, porque había familias que solamente tenían " media pareja " de vacas.
Ese mismo verbo se utilizaba cuando los animales que se " uñían " eran burros. Este " acontecimiento " solía ser frecuente en verano para la trilla de las parvas.
Para ayugar era necesario que los dos vecinos fueran buenos amigos, tuvieran un " capital " de tierras y huertos muy parecido para que los problemas de utilización de un vecino más veces que el otro, no surgieran.
Los dueños de las vacas se ponían de acuerdo para arar, sembrar, aricar, sacar el estiércol del corral, traer hoja, traer " gelechos ", acarrear, trillar, encerrar la paja, limpiar la era..... Como ven había muchos trabajos que se realizaban con las vacas, para los que era necesario ayugar.





Cuando la economía mejoró, la palabra ayugar comenzó a desaparecer. Cada vecino crió una " novilla " o vaca joven para formar su propia pareja, aunque tuviera que hacer los trabajos con más lentitud.
Muchos " gatos " emigraron del pueblo y una semana antes vendían su pareja de vacas. El dinero de esa venta servía para hacer el primer pago del piso adquirido en su nuevo lugar de trabajo.
A mí me gustaba que mi padre ayugara porque el tío Gerardo y su familia nos ayudaban y, luego, nosotros a ellos.

  Foto  www.google.es

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