miércoles, 13 de noviembre de 2019


EL SEMENTAL    ( continuación )

De lo que yo recuerdo y por lo que mi abuelo Narciso me contó en nuestro pueblo ha habido siempre una sola boyá de vacas y un solo semental, con un boyero que las cuidaba. El boyero cuidaba las vacas, las novillas y los churros.
El boyero se ajustaba el día de San Pedro, al igual que el cabrero y el pastor, por un año.
El boyero era una persona muy importante en Cereceda. Cuando un vecino quería criar una novilla, el nombre se lo ponía el boyero en una " ceremonia " que se celebraba a la lumbre de la cocina con pan, chorizo y una botella de vino.
El pago se hacía en trigo : tres medias o una fanega de trigo por la pareja.
El semental se adjudicaba en una subasta que se hacía en la plaza en reunión de concejo.
Yo me acuerdo del tío Vicente el molinero que trataba muy bien al toro porque tenía el molino y " con lo que robaba a los que iban a moler, cuidaba  el toro, " decía la gente.
Recuerdo también al tío ´Angel, al tío Joaquín Peroles, al tío Sebastián que tenía un corral sólo para el toro, Lucinio y Joaquín Marcos que fué el último vecino que tuvo el semental.
El dueño del toro se encargaba de cobrar a todos los que tenían vacas. Las novillas comenzaban a pagar al año y medio ( a los dieciocho meses ).
El semental lo compraba quien se lo había quedado en subasta acompañado de dos o tres miembros de la Junta Ganadera. Íbamos, yo fuí muchos años,  a la Huebra o al Campo de Salamanca.
En Cereceda tuvimos sementales que " pegaban ", que se " arrancaban " como si fueran toros bravos. Muchas veces al llegar la boyá la gente tenía que refugiarse en los corrales.
Luego pasó a vendérnoslo la Diputación Provincial, que tenía una finca en Aldehuela de la Bóveda. Esos toros eran cárdenos.

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