lunes, 3 de mayo de 2021

 CHORRASCARSE




En Cereceda se decía chorrascarse y churrascarse. Los dos verbos significan quemarse.

- No te acerques tanto a la lumbre que " te se " van a churrascar las pestañas o la coleta, y, si hace viento fuerte, hasta las trenzas, decían en el pueblo.

- Un día algún muchacho se abrasará con las llamas de las lumbrarás que hacen pa calentarse mientras cuidan las ovejas en Las Digisuelas, decía mi madre.

Cuando llegaba el frío de la tarde y estábamos con las ovejas del queso, aquéllas que se ordeñaban tras quitarle los corderos, para hacer queso, las llevábamos a los " praos " o a los linares sembrados de cebada. Esa cebada, que llamábamos verde, la comían las ovejas cuando levantaba una cuarta del suelo. Ese alimento era " especial " por la cantidad de agua que contenía, y, como en esa época después de Semana Santa, las ovejas no bebían agua, ayudaba a aumentar la producción de leche.

A mí me gustaba ir a cuidar las ovejas del queso a los " praos " porque barríamos con unas ramas de aliso las hojas de los chopos y las arrinconábamos en una esquina, una esquina que estuviera resguardada del viento del oeste, que era el que más soplaba y hacíamos una lumbrará.

En esa esquina amontonábamos ramas secas de los chopos, zarzas rozadas de las paredes de la finca y secarones de los robles. Con todo esa " fusca " preparábamos una lumbrará. Las ovejas se quedaban comiendo mientras hubiera " verde " y no hiciera mucho frío, nevarrusqueara, granizara o algún chaparrón las asustara.

Por eso, nos poníamos junto al fuego a esperar la caída del sol. A esa hora meteorológica sacábamos las ovejas del linar o del prao o del cercao, y al corral para ordeñarlas.

Foto  google.com

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