domingo, 23 de mayo de 2021

 CASAS PASIVAS

Este artículo ha sido remitido al blog por Francisco Santos Macías, " gato "

Las casas en Cereceda suelen ser de dos o tres pantas de altura. Edificadas en grupo, se adaptan al relieve y a las rigurosas condiciones climatológicas. Suelen ser solidas con gruesos muros de carga. Los forjados y carpinterías son de madera. En la planta baja estaban las cuadras, almacenes, zonas de matanza, etc. En las plantas intermedias las zonas de vivienda con varias alcobas que abren a una sala principal que suele dar a la fachada con ventana o balcón. La cocina solía ser amplia y con suelo de losas para proteger su estructura del fuego que estaba mucho tiempo encendido. El “sobrao” era el espacio diáfano que queda bajo cubierta y se aprovechaba para secar y conservar chacinas, embutidos y otros productos colgados de palos. Hoy en zonas de montaña se hacen casas pasivas o passivhaus.





Passivhaus es un término que proviene del alemán ‘casa pasiva’ y del inglés ‘passive house standard’. Se refiere a un estándar para la construcción de viviendas que nació en Suecia. Las casas construidas teniendo en cuenta el estándar Passivhaus pueden llegar a reducir el consumo energético hasta un 75 %. Por si esto fuera poco, el resto de necesidades energéticas de la vivienda pueden llegar a cubrirse a través de energías renovables. Los artífices del estándar Passivhaus son Bo Adamson (Lund University de Suecia) y Wolfgang Feist (Institut für Wohnen und Umwelt).

¿Qué es exactamente Passivhaus? una casa pasiva es sencillamente una vivienda que cuenta con un perfecto aislamiento. Tanto es así que no necesita un sistema de calefacción tal como hoy lo entendemos. Además, incluye sistemas de intercambio de calor que evitan pérdidas.

No todas las casas que se presentan como eficientes lo son en su totalidad. De hecho, para que una empresa cumpla con los estándares Passivhaus deben cumplirse una serie de condiciones imprescindibles. La primera, y más importante, que tenga un aislamiento térmico prácticamente perfecto. Esto es, un sistema que asegure el aislamiento a través del montaje (hermético), con los espesores idóneos, carpinterías y vidrios.

Hay una segunda cuestión que tiene que ver con puertas y ventanas. Los escapes energéticos se producen, en mayor medida, a través de estas. Las carpinterías que se emplean en construcciones Passivhaus deben tener una transmitancia térmica muy baja (doble o triple cristal) y están rellenas de gas inerte que confiere un mayor poder de aislamiento. Las características de todos estos materiales dependen, en cualquier caso, del clima en el que se instale la vivienda.

Buena calidad de aire y desaparición de puentes térmicos. En las casas Passivhaus también se busca la mayor calidad posible de aire interior. Y esto puede garantizarse mediante la ventilación mecánica con recuperación de calor. Una de las claves está en reducir hasta la mínima expresión las corrientes o infiltraciones de aire no deseadas. En cualquier caso, lo que se garantiza es una ventilación del 30 % (como mínimo y según la estación del año), con el objetivo de asegurar la calidad del aire. Que es otro estándar para la salud que debe primar en el estándar Passivhaus. Se trabaja, pues, la eliminación de CO2 y otros Componentes Orgánicos Volátiles (COV), propios de la actividad en el interior de la vivienda. Los puentes térmicos constituyen una de las principales vías de escape de energía en los hogares (30 %). Las casas Passivhaus no tienen estos puntos que terminan por deteriorar la vivienda y la hacen ineficiente. A través de estas construcciones, los puentes térmicos desaparecen y acaban, con ellos, las pérdidas energéticas.

Foto  del articulista.

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