LECCIÓN DORMIDA, lección aprendida

Los estudios de Filosofía y Letras los realicé en la Universidad de Salamanca.

Debo advertir que esa frase tiene algo de verdad y mucho de mentira, pues yo era alumno libre, es decir, estaba exento de acudir a las clases en la Universidad de Salamanca pues me encontraba atendiendo la Escuela Unitaria de Niños de La Rigada, un barrio de Musques en Vizcaya.

Estudiaba el temario por la noche puesto que la entrada en la escuela era a las diez de la mañana.

Yo recordé muchas veces el viejo refrán estudiantil " " lección dormida, lección aprendida ".

Mi experiencia me ha enseñado que es más difícil estudiar de noche pero, en cambio, se recuerda durante más tiempo.

También recuerdo que todos los visitantes de la posada de mis padres me animaban a estudiar por la noche la lección porque " así la recordará más tiempo ", me decían, aunque ellos y yo reconocíamos que en Cereceda en los años alrededor de 1.950 era muy difícil estudiar por la noche porque " la luz " que llegaba  de la central hidráulica de Las Casas del Conde era muy escasa. 

- ¡ Y eso cuando viene !, decía mi madre porque muchas noches no había luz pues había viento, lluvia o nieve.

Y en aquellos " entonces " había que aprenderse la enciclopedia de memoria.

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