sábado, 2 de julio de 2022

 BLEGAR EL AGUA







Reconozco que nunca había escuchado esa palabra.

Un amigo burgalés, aficionado al vocabulario, me ha hablado de este verbo.

Blegar significa retroceder cuando se refiere al agua de un pozo.

- Si tenías un pozo que manaba más o menos y el vecino de al lado, abría un pozo en su huerto pues que el agua blegaba, se iba de tu pozo, retrocedía hacia su caudal profundo y ahora brotaba en el huerto de al lado.

En Cereceda - le he contado - se abrían muchos pozos en la zona  de la Vega.

Cuando se partía un linar en tres o cuatro partes, cada nuevo propietario abría un pozo en su parte. Así podía regar a su antojo cuando quisiera. El agua brotaba en todos ellos, pero era porque estaban cercanos al río y el agua provenía, entre tierras areniscas, del cauce del río.

Esos pozos se vaciaban por la mañana y al atardecer. Con una herrada y una azada se acudía hasta el linar y se regaba un cantero o dos por la mañana y algo parecido por la tarde. A la mañana siguiente otros dos canteros y así hasta que se regaba todo el linar.

En esos linares había patatas o frejones o alubias, y algún año remolachas.

El agua se sacaba del pozo con el cigüeñal, un método poco trabajoso y de tiempos de los egipcios, que construían pozos en las orillas del río Nilo.

En cambio, si construías el pozo en zona de pizarras y el vecino hacía otro más profundo que el tuyo, el agua se blegaba a su pozo.

- ¡ Cosas de la Naturaleza !, que decía el tío Eugenio.


Foto  Google.com  Un cigüeñal para sacar el agua del pozo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario