EL ZOO DE LO0S CASTAÑOS

                Este artículo fué publicado en el nº 6 de la Revista PATALOSO, Agosto  2.022

                 Sus autores Bonifacio González, " gato " y su hija Vanesa González " gata "

Le he pedido a mi padre su ayuda para escribir un artículo sobre sus trabajos de chapa colocados como un zoológico en la finca Los Castaños de Cereceda.

Él me ha prometido su ayuda.

Desde el año que nací mis padres me han llevado al pueblo de vacaciones. Para mi padre era su gran ilusión.

Aquellas vacaciones merecían la pena del sudor de todo el año trabajando para tener vacaciones en agosto.

 La llegada al pueblo recompensaba su esfuerzo.

Siempre nos transmitió sus recuerdos y su vida allí, lo duro que fué trabajar desde niño, sus amigos, la escuela a la que a veces tenía que ir de noche porque por el día tenía que ir al campo con las ovejas, recordando siempre con mucho cariño a su maestro.

Boni . - Don Lamberto era un gran maestro. Venía andando desde El Cabaco todos los días, lloviera o nevara, y los domingos a Misa.

A esos recuerdos se añadía la dureza de dejarlo todo, su familia, su casa, por un sueño en otra ciudad para buscarse un futuro mejor.

Allí acabarían años después todos los miembros de la familia, los abuelos también,  pues vendieron todo para estar cerca de sus tres hijos.

De mis abuelos, Ramón y Araceli, recuerdo muchas cosas del pueblo. La casa, el corral, el huerto con el ciruelo, los botijos de agua fresquita y las horas que pasábamos en la puerta del corral, haciendo de todo :  molinillos de viento que hacía mi abuela en la puerta a la sombra, vestida siempre con sus batas de flores y su sombrero de paja, sentada en aquel taburete típico de pueblo, casi a ras del suelo, porque ella elegía siempre el más bajito.

Y allí veía pasar las horas . . . 

Boni . - Acuérdate que el agua fresquita íbamos a buscarla con el botijo a la Fuente Chica.

Y aquellas comidas, todos juntos alrededor de la mesa camilla. Unas comidas, en palabras de mi abuelo, que variaban muy poco. Era un menú que tanto odiábamos y que hervía en la cocina mientras fuera hacía un calor insoportable, pero era lo que comíamos más a menudo.

Boni . - Recuerdo que tu abuelo decía que un día comíamos  " arroz con patatas "  y otros días " patatas con arroz ".

Las excursiones a Zarzoso en familia es de los recuerdos más bonitos que tengo: todos unidos disfrutando de esos instantes que quedarán para siempre en la memoria.

Recuerdo ir a arar con ellos y mi tío Ventura. Y de cómo pasaban las cabras por la calle y la lechera de ordeñar.

¿ Cómo voy a olvidar las pulgas que nunca les picaban a ellos y a nosotros nos devoraban ?.