SENTADOS EN LOS PELDAÑOS DE LAS ESCALERAS

Yo viví durante un año - mi primer año fuera del pueblo - en la zona de la Raya.

La Raya es en algunos pueblos de Cáceres y de Salamanca el nombre que ellos dan a la frontera con Portugal.

En aquellos pueblos - San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno - me llamaron la atención muchas cosas que yo no había visto en Cereceda.

La tarde del domingo podía ver matrimonios de edad avanzada, vestidos elegantemente, sentados en las escaleras exteriores de las casas.

Esas escaleras eran de piedras de cantería o de madera.

Ese era el lugar de privilegio para la mujer y el marido, siempre sentados en actitud cariñosa. con la elegancia del sombrero en el hombre y el pañuelo, atado en la parte trasera y escondiendo un moño, en la mujer.

Al lado reposaban a la espera de ser utilizados el palo o el bastón que les ayudaban a caminar por unas calles empedradas y con el agua corriendo por una canal trazada en el centro.

En las calles de Cereceda el agua de la Poza se dirigía a los huertos pero corriendo por un lateral de la calle, a veces, por un canal de tierra y, posteriormente, de cemento.

Pero era muy raro que los matrimonios estuvieran sentados en sillas bajitas o en los machaderos y cogidos de la mano el domingo por la tarde.

Los " gatos " se iban a la taberna o caminaban hasta el Chapatal para ver las partidas de calva o los partidos en el juego pelota mientras las mujeres con el cestillo al lado, cosían los pantalones o zurcían los calcetines.

Una escena que antaño conocí y que hogaño ya ha desaparecido.

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