jueves, 17 de agosto de 2023

 EN UNA ALQUERIA DE LAS HURDES






Tal como me lo contó - me pidió que no pusiera su nombre - , lo cuento yo.

" Cuando yo era moza tuve tres pretendientes : Uno era de Mestas, otro del Ladrillar y el otro de Pino. A Pinofranqueado nosotros lo hemos llamado siempre Pino. Digo yo que sería para ahorrar. A las personas de antes el trabajo les cansaba mucho. Y hasta el hablar.

Cuando bajábamos a los huertines de la orilla del río, caminábamos en silencio, trabajábamos con la azada en silencio y volvíamos a casa en silencio,

A mi me gustaba el mozo de Pino pero a mi padre no le parecía bien porque era muy señorito y no entendía de cabras ni de chivas ni de ordeñar.

Un mal día del mes de Setiembre dejé la alquería y me fuí a París.

No sabe, usted, lo mal que lo pasé.

 Ellos hablaban en otro idioma, y llovía mucho y nevaba y hacía mucho frío.

 En París trabajé en una fábrica de hacer camisetas y medias y calcetines.

 A mí aquello no me gustaba. 

 Pero " aguanté " treinta y siete años.

 Y un día, vieja y con reúma, me volví a la alquería.

Dos de mis antiguos novios habían muerto y el otro, el de Ladrillar, había enviudado.

Ahora, cuando baja al huertín del río, me llama a la subida, y parlamos un rato de nuestras cosas de cuando éramos mozos.

- Se podían casar o juntar o . . . 

Esas cosas ya se pasaron y ahora, como dicen los franceses : " c´est la vie ! ",


Foto  pinterest.es


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