viernes, 24 de junio de 2022

 CUANDO JUNIO LLEGA, afila la hoz y limpia la Era.







En mi casa, además de afilar la hoz en la piedra que había estado todo el año descansando en un rincón junto a la puerta de entrada a la cuadra, era necesario preparar la manija.

Muchas veces los dediles estaban rotos y había que cambiarlos haciendo con piel de perro uno nuevo o había que cambiar la correa que los unía unos a otros - los cinco - o cambiar la correa larga que sujetaba la manija a la muñeca.

El preparar la Era para trillar comenzaba con el sorteo de los lotes que hacía el Ayuntamiento. Había que repartir entre los vecinos el espacio de las Eras y el espacio del Teso.

Algunos labradores del pueblo tenían algún prao en el que trillaban y ellos se encargaban de aguadañar bien el prao o la Jacera y limpiar la zona de trilla.

Como en Cereceda había muchos hombres - cabezas de familia que se iban a segar a Aldeatejada o a Villamayor en las proximidades de la capital -, recuerdo que iban a Valdecarros  a poner una señal en sus suertes, pues ni su mujer ni su hijo mediomozo conocían bien la su suerte.

Mi padre acudía el domingo antes de marcharse y segaba una maná de cada surco de los extremos de la suerte. Así mi madre y yo sabíamos cuál era la nuestra. 

Las madrugás hicieron que algunos segaran suertes que no eran suyas.

Igualmente había que preparar el carro con el engrasado del eje  y poner una soga nueva en el yugo pues la acarrea del bálago exigía esa preparación.

- Ahora, a esperar que alguna tormenta no " esbarate " la cosecha de cebada o de trigo.


Foto  Google.com  Las hoces y las manijas.












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