ENTRADA 5.000

" Ajuntando " palabras, muchas de ellas pertenecientes al idioma " gatuno " el blog ha llegado a este artículo que hace el número 5.000.

Si es difícil escribir unos cuantos artículos, pueden imaginarse la dificultad de escribir " tantos y tantos " artículos dedicados en su " inmensa " mayoría a un pueblo tan pequeño como Cereceda.

El artículo 5.000 quiero dedicarlo a una persona que me enseñó a hablar y que me enseñó agricultura y ganadería y minería y comercio.

Horacio Sánchez Sánchez, " el mi tío Horacio ", fué el padrino en la boda de Cándido y Constantina, " los mis padres ".

Como mandaba la tradición en Cereceda, fué mi padrino, pues yo fuí el primer hijo de ese matrimonio.

Y siguiendo la tradición fué el padrino en mi matrimonio con Francisca Berrocal Varas.

Y una vez más, siguiendo la tradición " gatuna " , fué el padrino de mi hijo.

Siempre ejerció tal misión.

El día 1 de enero de cada año me regalaba el aguinaldo que los padrinos entregaban a sus ahijados.

Cada domingo y cada día de fiesta me " daba " una perra gorda, luego un real, luego una peseta en señal de que yo era su ahijado.

Lo acompañé en sus viajes con el carro de patatas o con la burra cargada de garbanzos y alubias por las dehesas del Campo Charro.

Siempre se sintió orgulloso de que su ahijado fuera Maestro Nacional y, años después, Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca.

Hoy sigo recordándolo con el cariño que los ahijados recuerdan a su padrino.

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