martes, 16 de julio de 2019


"  DIOS TE DÉ SALUD Y GOZO Y CASA CON CORRAL Y POZO."

Hoy he pasado un " rato " con un amigo del Reino de León ( León, Zamora, Salamanca, Valladolid y Palencia ) que me ha contado  curiosidades del pueblo en el que pasa algunas temporadas. Entre esas curiosidades me ha " largado " esta frase : "Dios te dé salud y gozo y casa con corral y pozo."
A mí me interesa la segunda parte de la frase " casa con corral y pozo."







En Cereceda eran muy pocas las casas que tenían un corral " suficiente " para su ganadería pegado a la casa. Mi abuela tenía dos corrales además del pequeño corral de la casa. En uno de esos corrales guardaba las cabras y las vacas, y en el otro corral guardaba los marranos. Los garrapos chicos y los cebones, porque en Cereceda el cerdo tenía diferentes nombres según la edad.
En el pueblo había muchos corrales. Unas veces grandes y otras veces, sencillos chicorzos y chiviteros.
De lo que carecían la mayoría de las casas del pueblo era de pozo.
La casa de mis padres tenía un pozo - el pozo de Cándido - del que bebía medio pueblo.
Siempre le dije a mi padre que el pozo debiera llamarse con el nombre de mi madre pues la casa era una parte de la herencia de mi madre. Pero la gente le ponía a las " cosas " el nombre que quería. ¡ Vete tú a saber por qué !.
En casa de mi abuela se hizo un pozo pasados los años. Era un pozo poco profundo del que se sacaba el agua con una polea y una soga. El agua " salía salada " y era de poca utilidad.
Cereceda está levantado encima de un peñasco y es difícil captar la veta del agua. El agua se abre paso entre las pizarras y. en algunas calles, brota por sí sola. Mejor dicho, brotó al hacerse la carretera. En la Esquina manaba el agua en la parte derecha de la carretera a la salida del pueblo.
Tener una casa con corral y con un pozo era una riqueza.
Es seguro que muchas familias tendrían entre sus peticiones que Dios les diera una casa con corral y con pozo, aunque fuera solamente para no utilizar el farol las noches de invierno en las visitas a los corrales, y la cántara para ir a buscar agua a la fuente Chica o a la fuente Grande.

Foto Fernando Sánchez Hernández .  El corral de los marranos de mi abuela Fausta.

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