miércoles, 31 de julio de 2019


LA GUIJÁ






En Cereceda decíamos la aguijá porque al hierro de la punta lo llamamos aguijón. Cual si fuera el aguijón de las abejas, avispas y alacranes.
Es un palo de diferente longitud y grosor que se utilizaba para arrear las vacas que tiraban del carro o del arado.
La " aguijá " tenía un clavo o una punta de hierro en uno de los extremos.
El otro extremo solía ser más grueso y era por donde se agarraba con la mano.
La vara la llevábamos siempre que íbamos a trabajar con las vacas. Las vacas podían ir " uñidas " al yugo para trabajar en las eras con la trilla, en las tierras con el arado o la rastra, o para sacar troncos de árboles " a rastras " atados con una cadena al yugo y a la cabeza del tronco.
Otras veces las vacas de " uñían " al yugo del carro.
Con las vacas y el carro se hacían en Cereceda multitud de trabajos . Traer la piedra desde la Puente San Martín para levantar las casas y los corrales, sacar el estiércol de los corrales, ir a buscar hoja o " jelechos " a la dehesa o a las Lagunejas, ir a buscar raíces a Valdecarros, traer los carros de patatas de los huertos de la Nava el Mónago, los carros de bálago de las tierras de la Hoja de Arriba o de la Hoja de Abajo, traer de los " praos " los carros de heno, encerrar el muelo de trigo o cebada, acercar la paja hasta los corrales o los pajares...
Para que las vacas hicieran todas esas labores se llevaba siempre en la mano la " aguijá " aunque mi padre decía que " un buen labrador no necesita la vara para manejar las vacas."
Yo me maravillaba y me " quedaba con la boca abierta " cuando veía a mis tios " aparcar el carro en el corral " marcha atrás." Para realizar ese trabajo ponían la aguijá horizontal y empujaban el morro de las vacas con ella.
En Cereceda desconozco quién tenía la " carroescuela " pero todos los niños desde " temprana edad " sabíamos realizar ese ejercicio de aparcamiento de carro en el corral.

Foto  Patrimonio popular   ( www.google.es )

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