lunes, 4 de diciembre de 2023

 APÚNTALO EN UNA NUBE







Mi padre tenía un cuaderno de dos rayas, que desconozco cómo había llegado al cajón del mostrador de la taberna, en el que iba anotando, con fecha incluída, las cantidades " morosas ".

Cuando una mujer o un niño acudía a buscar vino o aguardiente y " lo dejaba a deber " mi padre lo anotaba en la libreta.

Digamos que era yo quien lo anotaba porque a mi padre siempre le desagradó que se vendiera " fiao ".

En aquellos años era muy larga la lista de " gatos " que tenían cuentas pendientes en la taberna, en la fragua, en la barbería y en el comercio.

Había nombres que figuraban en los cuatro establecimientos y que abonaban las deudas, en especie, al terminar el verano.

En la taberna había consumiciones que se debían pagar al contado.

A nadie se le ocurría tomar un café y decir que se lo apuntaran.

Al terminar las partidas de los domingos, los perdedores pagaban " religiosamente " lo que hubieran consumido los integrantes del corro.

Recuerdo una " gata ", valiente y decidida, decía la gente, que ya había comunicado en el comercio y en las dos tabernas, que ella no pagaría ni un real de lo que le sirvieran a su marido.

Las consumiciones de su marido - gato de adopción - mi padre me decía " que las apuntara en una nube porque mientras no llovieran del cielo pesetas de papel en lugar de agua, no las cobraría ".


Foto   Google.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario