miércoles, 27 de diciembre de 2023

 POR NAVIDAD, cada oveja en el su corral





Todas las noches cada " gato " se preocupaba de llevar al su corral todas las sus ovejas.

La llegada de los días navideños hacía que por las calles, llenas de barro y nieve y yelos, se vieran las sombras y los faroles, buscando ovejas por los corrales hasta " tenerlas todas " recogidas.

Las ovejas que tenían corderines había que llevarlas para que amamantaran a sus crías y echarles un pienso de cebada o de remolachas o de hojas de berzas.

Las ovejas que estaban " pa parir " eran las primeras que preocupaban a las " gatas " porque, si se habían quedado en el monte, había que salir a buscarlas.

Esas noches de matanzas y de heladas o de aguanieve o de lluvias, todo el pueblo estaba pendiente de las ovejas.

Si la nevada que caía era grande, las ovejas se quedarían al día siguiente en el corral y había que echarles las parreras de las alubias o la paja de las " garrobas " y, si se podía, ir a buscar yedra a las paredes de los huertos para entretenerlas y que no pasaran el día balando.

Recuerdo las mis ovejas caminando en fila india al huerto de la Calleja el Castaño y a mi padre y a mi hermano y a mí, tirando la nieve de la pared del huerto del tío Fael para que comieran yedra y salieran un rato de la cuadra.

El camino en la nieve lo hacían las botas de goma de mi padre.

El refrán lo reflejaba claramente : " Por Navidad, cada oveja en el su corral ".


Foto  pinterest.es   Ovejas en fila entre la nieve camino de algún huerto.

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