viernes, 29 de diciembre de 2023

LAS TRES TAJÁS

















Así me lo dijo mi tía Luisa - hermana de mi madre - cuando hablamos de la matanza.

En el crudo invierno de Cereceda era muy importante la comida.

Por la mañana se desayunaban patatas cocidas y tocino frito.

Lo del café - café portugués - y un poco de leche - leche de las cabras que tenían que amamamntar los chivines y quedaba poca en sus tetas - era almuerzo para la gente menuda.

Mi tía decía que en esa época, en la que daba miedo salir a la calle a pisar la nieve o el yelo, había que salir bien alimentado y de esa forma era menos necesario el buen calzado - eran las albarcas - y buen abrigo - eran los jerseys caseros y alguna pelliza.

- " En una fuente estaban las patatas cocidas y " compuestas " con la grasa de los torreznos de tocino, en otro plato estaban los torreznos de tocino que eran abundantes pues se acababan de hacer las matanzas, y en otro plato había " redondeles " de morcilla fritos, y en otro plato trozos de farinato fritos "

¡ Menudos desayunos !.

- " Luego había que salir de casa : la gente menuda a la escuela porque había poco trabajo, y las mujeres al río o a llevar los chivines y las corderinas al prao o al huerto sembrao de cebada para " verde ", y los hombres a sacar raíces o a juntar hoja o a segar gelechos ".

Aunque hubiera niebla y nieve o yelo el calor que brotaba del cuerpo lo derretía todo.

Lo malo empezaba cuando - en el mes de marzo - la morcilla y el farinato empezaban a escasear y la primera hoja de tocino había " desaparecido " de la despensa.

Ahora era el sol quien calentaba a " gatos ", a  " gatas " y a  " gatines ".



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