viernes, 2 de febrero de 2024

EN ENERO Y EN FEBRERO, el agua se yela en el puchero







Mi madre decía que en enero se helaba el agua y hasta el aceite, que estaba en un puchero en la despensa.

Las despensas de las casas de Cereceda carecían de ventanas a la calle.

Solían tener un " ventanuco " al corral y sus paredes eran de adobes y el piso de barro.

Esas despensas eran buenas para el invierno porque la temperatura bajaba moderadamente y muy buenas para el verano porque eran frescas.

En la despensa estaba el cajón en el que se curaban las hojas de tocino, poniéndolas en sal, y estaban los ganchos para colgar jamones y chorizos y lomos y salchichones.

En la despensa estaban también los " bandujos " que es como los llamaba mi abuela Fausta y todas las " gatas ", aunque lo que contenían se denominaba adobao.

Todos los " gatines de antaño " recordamos con ilusión, porque hoy el hambre ya no existe, los trozos de adobao crudo o cocido que merendábamos en verano.

En mi casa conservo todavía la despensa, aunque las puntas están vacías y la matanza hace muchos años - unos 30 años - que no cuelga de los cuartones del techo.


Foto  Google.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario