jueves, 22 de febrero de 2024

 FARANTES Y MENSAJEROS  no deben ser prisioneros






. Farante: el que lleva y trae mensajes entre personas distantes y que confían en él.


Les cuento un hecho verídico de mi época de monaguillo en Cereceda.

Los monaguillos teníamos la obligación de ir a tocar las campanas para anunciar el rezo del rosario al atardecer, una vez encerradas las cabras y las ovejas y la llegada del coche de línea a la Plaza del pueblo.

Una noche a mi regreso del rosario - porque ser monaguillo era una categoría - le comuniqué a mi padre que habían echado el bando de que " mañana vendrá el recaudador de la contribución " para que a la mañana siguiente se acercase al Ayuntamiento a pagarla.

Sentado en un banco de la cocina estaba el señor Artemio.

El señor Artemio que me daba propina por acompañarlo a las casas que me decía mi padre, era de un pueblo de sierra de Gata y acudía a Cereceda con dos mulos : Una cargaba tres pellejos de aceite - " muy buena " en palabras de mi madre - y en el otro mulo cargaba tres sacos de carozo.

El carozo era un buen alimento para los cebones pues son los huesos troceados de las aceitunas.

El señor Artemio le dijo a mi padre : " Yo fuí alguacil de mi pueblo y nunca eché un bando anunciando al recaudador de la contribución aunque me lo ordenase el Alcalde. Si lo hubiera echado los muchachos del pueblo me hubieran apedreado por orden de sus padres ".

El recaudador de la contribución era la persona más odiada que se presentaba en Cereceda junto con el señor Alfonso que acudía a comprar las patatas y las pagaba al precio que quería porque era el " cupo "  que los " gatos " tenían que entregar a cambio de recibir el mineral y la cubierta para las tierras y los linares.


Foto  Google.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario