miércoles, 14 de agosto de 2019


ESTAR COMO ARRIERO SIN POLLINO


María me cuenta que pasa unas cortas vacaciones en Italia. Allí ha podido practicar el español - yo le digo que procure hablar en castellano, aunque haya estudiado español - con unas chicas españolas de Segovia.
Le ha hecho gracia la frase que " ayer dijo una chica al ver que no encontraban ningún taxi que las transportase desde la orilla del mar al centro de la urbe : Estamos como arriero sin pollino."





                                          Foto  es.imagenes,search.yahoo.com


El pollino es una animal de carga. Unas veces lleva mercancías y otras veces personas. En alguna ocasión las dos cosas. Así ocurría cuando mi madre llevaba en la burra las aguaderas con la comida de todo el día - desayuno, comida y merienda - más el barril del agua, y ella se montaba también en la burra, camino de las suertes de Valdecarros.
Esa burra - la famosa burra que sabía latín - era para mi madre, al igual que otros burros para las mujeres de Cereceda, el medio de transporte para acudir al trabajo : un duro y largo día de siega.
Las amigas de María habían terminado su " sesión " de playa y lo que deseaban era acercarse al centro de la ciudad al hotel, para, cambiado el " uniforme ", divertirse.
El arriero era la persona que se ganaba la vida con una " recua " de burros trasladando mercancías de un lugar a otro,
Tengo grabada en mi memoria la escena de las recuas de burros que trasladaban piedras y arena en las orillas del río Guadiana para construir el embalse del Cíjara. Serones llenos y burros atados con los " ramales" en fila india bajando hasta el cauce del río.
Yo llegué a orillas del Guadiana el año 1.954 a Don Benito ( Badajoz ) y al año siguiente - 1.955 - a Jerez de los Caballeros ( Badajoz ).
El viejo refrán hoy se ha cambiado por este otro " estar como jóvenes verbeneros a las siete de la mañana sin taxi para volver a casa."
A ellos les pido un poco, o un mucho, de paciencia.

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