sábado, 27 de enero de 2024

GALLARITA







Mis amigos y yo las llamábamos " bogallas " o " bogállaras ".

Eran muy abundantes en los robles de Cereceda.

Es una especie de quiste redondo que les sale a los robles cuando les pica la mosca.

Con las bogallas jugábamos de niños y éramos constructores de carros de ruedas.

La carencia de juguetes hacía que " espabiláramos " la imginación para con palos y bogallas construir parejas de vacas con yugo y tras ellas poníamos sus terneritas y sus terneritos.

En las calles del pueblo se podían encontrar corrales construídos con piedras en los que abundaban las bogallas.

Las calles eran de barro y en algunas había zonas a diferentes niveles, que para nosotros constituían canteras de las que extraer lanchas para nuestras construcciones infantiles.

Un día el Ayuntamiento comenzó a echar hormigón por las calles y los juegos infantiles de construcciones desaparecieron.

El problema " irresoluble " es que con las construcciones se fueron los " niños albañiles " y, desgraciadamente, éstos no han vuelto.


Foto  Google.com

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