domingo, 7 de enero de 2024

 CABALLO QUE VUELA, no quiere espuela







Las espuelas son espigas metálicas que se colocan en el talón de las botas de quien cabalga, con el propósito de dirigir los movimientos del caballo a través de pinchazos o golpes al animal.

Mi pobre " burra que sabía latín " nunca fué montada con jinete con espuelas, aunque en muchas ocasiones quien la montaba necesitaba de un palo delgado y flexible para animarla en su andadura, tanto si llevaba carga sobre la albarda, como si caminaba de vacío.

 En las carreras de caballos, los jinetes llevan una fusta por si la necesidad les obliga para conseguir que el caballo saque una mayor velocidad o un mayor rendimiento.

- A este muchacho hay que " espolearlo " para que se despierte y saque toda su " rabia "  en los pelotazos, escuché en los aledaños del juego pelota.

Si el jugador parecía golpear la pelota con desgana, entonces los hombres situados alrededor de la cancha le decían palabras o palabrotas que le espoleasen en el juego.

Un año vi en las Eras un caballote de un pueblo serrano que había llegado para ayudar a algún vecino en las tareas de la trilla.

Ese caballote se movía con desesperada lentitud y mi padre le dijo al dueño que convenía preparar alguien que lo montase para aligerar su velocidad de dar vueltas.

- Si se monta Gurrencio y se calza unas espuelas en los botos camperos, es seguro que la parva se acaba de trillar esta tarde, porque fíjate la burra de Nico qué velocidad lleva, le dijo mi padre al dueño del caballote.

" Caballo que vuela, no necesita espuela ", dice el refranero castellano.


Foto  Google.com






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