martes, 30 de agosto de 2022

 PAJA EN DOS PAJARES: si el uno se quema, el otro salvo queda.





En algunos pueblos de Castilla queda todavía, como recuerdo de mejores tiempos en esos pequeños pueblos, una calle, llamada la calle de los Pajares.

Hoy han ascendido de categoría pues su nombre figura con mayúscula, la calle de los Pajares.

En Cereceda se habla de pajares, en lugar de hablar de corrales en los documentos del siglo XVIII, y se los sitúa en las afueras de la zona habitada, hacia la calle de la Fuente Chica, y las calles denominadas Salida : Salida a la Nava, Salida a Cilleros, Salida a las Eras de Abajo o Salida a las Eras de Arriba.

No he encontrado ningún pajar en la Calle Larga porque en ella se encontraba la fragua y el peligro de incendio era muy elevado.

En esos pajares guardaban el ganado. Así tenían la paja en el mismo corral en el que guardabn sus ganados, pero siempre bajo el nombre de pajares.

Esos pajares eran estrechos en la zona que daba a la calle y profundos y mucho más anchos según se alejaban de la calle.

Con el paso del tiempo, una parte del pajar se aprovechó como vivienda y llegamos a las casas - corral - pajar que hemos conocido en el siglo XX.

En la casa de mis padres había un corral que se iba ensanchando hacia el interior y al fondo la vivienda. Además había dos pajares, uno sobre el corral y el otro sobre el otro corral, al que llamábamos cuadra.

He buscado razón a la frase en tierras de León y Zamora y he encontrado que allí los pajares estaban alejados del casco urbano y destinados solamente a guardar la paja de los cereales.

Bien pensado el guardar la paja en dos pajares pues si uno ardía, quedaba el otro. Las molestias de llevar la paja del pajar al corral era siempre la misma.

Ver " gatos " con un saco de paja por las calles de Cereceda era corriente en mis años de niñez.


Foto  google.com


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