jueves, 25 de agosto de 2022

 LA PUERTA Y EL PASADOR DE MADERA








En algunos corrales había dos puertas : Unas puertas grandes por las que entraba el carro y que solían " dar " a la calle y otra puerta más pequeña por la que podían entrar y salir animales y que " daba " al huerto.

Esta puerta del huerto carecía de llave o de candado.

" Candar esa puerta " significaba poner el pasador de madera que el dueño-carpintero había fabricado.

Alguna puerta del huerto estaba hecha de las tablas del trillo al que se le habían quitado las " chinas ".

Tres tablones del trillo, gordos y resistentes, casi siempre de madera de roble, servían, junto con tres travesaños, para hacer una puerta.

El carpintero era el dueño.

En Cereceda todos los hombres entendían " algo " de carpintería, Con una azuela y unas puntas, compradas a peso en el comercio de Ceferino Peix de Tamames, se hacía la puerta del huerto.

El cierre era solamente interior.

Se preparaba un buen pasador y dos trozos curvos para sujetarlo a la puerta y " puerta candada ".

El pasador sobresalía un " buen " trozo para que se ajustara en la pared.

De esa forma la puerta no la abría el ganado para salir al huerto ni podía ser abierta desde fuera.

Sobraban llaves y candados y cerraduras.

¡ Escaseaba el dinero y sobraba inteligencia !.


Foto  pinterest.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario