Algunos vecinos tenían, además de la pareja de vacas, una novilla para ir domándola y que sirviera de recambio cuando alguna de las vacas fuera vieja.
Esa novilla, cría joven de la vaca, se " uñía " con una vaca acostumbrada al trillo y que era su " maestra ".
La vaca sobrante se uñía con el burro. En Cereceda todas las familias tenían un burro. El burro se utilizaba para muchos trabajos.
Esa pareja mixta se solía uñir en las eras pues era " digno de ver " la marcha por las calles de la pareja mixta. La lenta marcha de la vaca contrastaba con la marcha rápida del burro. El yugo de esta pareja era especial : mitad de vacas y mitad de burros.
A mí me encantaba que me mandasen trillar en esa pareja, que mi padre tuvo algún año.
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Etiqueta Cosas de mi vida.
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