domingo, 24 de julio de 2016

GANADERIA EXTENSIVA : LAS CABRAS



El tercer lugar en importancia, tras las vacas y las ovejas, entre las especies ganaderas de Cereceda, lo ocupaba el ganado caprino.
La principal fuente de ingresos de esta especie era la cría de los cabritos, el hijo de la cabra, que eran de mucha aceptación en el mercado y muy valorados. En segundo lugar era la leche, de paladar exquisito, y su consumo se aplicaba para el desayuno del café, y en la temporada de alta producción, la primavera y parte del verano, se consumía después de la cena, migada con sopas de pan como manjar de postre.
También se hacía queso que es muy exquisito, consumido reciente o curado; es más rico al paladar que el de oveja.
La cabra es un animal muy escrupuloso con la comida de modo que el brote tierno mordisqueado por una cabra, ninguna lo quiere.
Su carne es excelente para la confección de chorizos. Estos chorizos dan un sabor especial al cocido de garbanzos.
El número de cabras en principio rondaba alrededor de quinientas cabezas, cuyo número fué descendiendo a partir de la emigración de muchos vecinos. El número de cabezas que venía poseyendo cada vecino, oscilaba entre cuatro y diez cabezas, las estimadas para el consumo de la leche familiar.
El día de San Pedro los dueños de las cabras le hacían al cabrero la misma ceremonia que se le hacía al pastor. El cabrero también era invitado  a las matanzas de los vecinos que tenían cabras.
A partir del mes de Mayo hasta el día de Todos los Santos, las cabras dormían en el campo, en las majadas, junto con las ovejas, y durante todo ese período la cabra se alimentaba totalmente en el campo, al igual que las ovejas.
La manutención del cabrero corría a cargo de los dueños de las cabras a razón de un día de manutención por cada dos cabras. Existían la " duda grande " y la " duda chica. " En la grande se contaban también las cabras que hacían número impar y, por tanto, correspondía un día más de manutención.
Los cabreros se ayudaban de perros mastines para la defensa de los ataques de los lobos. También tenían los " careas ", perros enseñados para la cuida del ganado.
Al mismo tiempo que se mantenía al cabrero, los dueños mantenían también los perros mediante el "canil, " un pan hecho de " salvaos ", y patas cocidas mezcladas con " salvaos ".
En los meses que el cabrero dormía a campo, lo hacía en el chozo.
 El chozo estaba construído con palos inclinados, en los que se apoyaban brezos y escobas que
servían de tejado. La cama era de brezos y helechos.
                                                                                         ( continuará )

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