LAS CUENTAS DEL TIO MARIANO

Araba el tío Mariano
la húmeda tierra gredosa,
y entre la bruma lluviosa
del horizonte lejano

con cierta noble ansiedad
que a la amargura se junta,
miraba, al volver la yunta,
las torres de la ciudad.
.........
Era un día de febrero
revuelto, lluvioso y frío;
cada camino era un río
y un charco cada sendero.
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Y era el barbecho un fangal,
y el prado un estanque era,
y una charca la ribera,
los valles un chapatal.
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Y el pobre tío Mariano,
con la anguarina calada,
bajo un brazo la aguijada
y en la mancera una mano.
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" Las rastras ya no las miento,
hogaño, si pinta el año,
no será ningún extraño
que me arrimase a las ciento."
" Se ha derramao en sazón:
la desará fué mu guapa,
y si sigue asín, no escapa
de haber buena granición. "
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" Ahora tanto pa calzar,
tanto en vestir y en comer...
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tanto pa contribuciones,
tanto pa renta y simiente..."

Y así de las ciento fué quitando hasta faltarle fanegas a la resta.
Entonces soñó en voz alta mirando las torres de la ciudad :

"Si hogaño fuese allá un día
y el amo bajar quisiera
seis fanegas... ¡ Cualisquiera,
cualisquiera me tosía...¡ "

Mi padre, mientras araba con la pareja de vacas, que muchos años ayugaba con el tío Gerardo, también se echaba sus cuentas :
" Tanto pa la simiente, tanto pal mineral, tanto pa la cubierta y tanto..¡. y a ver a qué precio pagan luego el trigo los de la panera ¡ "
Esas eran las cuentas de todos los labradores de Cereceda, que no tenían un amo a quien pedir  que les rebajase seis fanegas. Vivían pendientes del cielo y de la luna para sembrar, y del cielo y del sol para segar, acarrear y trillar.
"  A ver si sopla el gallego ¡. Hay que juntar la parva pronto. El gallego se para al caer el sol. "
El cielo,la luna,  el sol, la lluvia, el viento. Esos eran los " amos " de mi padre..... Y la simiente....y el mineral....y la cubierta--

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