domingo, 17 de julio de 2016

LA PEDRADA



Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,
........
Yo he nacido en esos llanos
de la estepa castellana,
donde había unos cristianos
que vivían como hermanos
en república cristiana.

Me enseñaron a rezar,
enseñáronme a sentir
y me enseñaron a amar;
y como amar es sufrir,
también aprendí a llorar.
...........
.... iban los hombres rezando,
sollozando las mujeres
y los niños observando....
........
Cogió un guijarro redondo,
miróle al sayón de frente
con ojos de odio muy hondo....
....y del infame sayón
cayó botando la horrible
cabezota de cartón.
........

" ¡ porque sí; porque le pegan
sin hacer ningún motivo ¡"

Hoy que con los hombres voy
viendo a Jesús padecer
interrogándome estoy:
¿ Somos los hombres de hoy
aquellos niños de ayer ?.

La procesión de pueblo en un Viernes Santo cualquiera sirve al poeta para realizar la pregunta de los dos versos finales del poema.
La respuesta del niño tiene el valor de quien no busca explicaciones a su acción  " ¡ porque sí ¡ "
y es una muestra de la religión sencilla de Gabriel y Galán.

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