EL SERENO

La figura del sereno me trae a la memoria recuerdos de mis años estudiantiles en la Universidad de Salamanca.
El sereno nos abría la puerta cuando regresábamos a la pensión por la noche, pues la puerta de la calle se " candaba " a las diez.
Mi amigo alemán me cuenta que en la ciudad de Nörlingen ( unos 20.000 habitantes, en Baviera, en la Ruta Romántica ) hay una torre, la torre " Daniel ", que es la torre de la iglesia de San Jorge, con 90 m. de altura.
Dos guardianes municipales suben a ella cada noche para gritar  " So, G´sell, so " - " Todo bien, compañeros, todo bien " - desde las 10 hasta las 12 de la noche, cada media hora.
Sin duda un recuerdo de las épocas de guerras con la ciudad encerrada en sus murallas, maravillosamente bien conservadas y sus cinco puertas, " candadas " en la Edad Media  cada noche antes de las diez.
El sereno salmantino había olvidado el grito " ¡ las once y noche estrellada ¡ " , pero los " pupilos " de la pensión Marina, en la calle Doctrinos, proferíamos ese grito muchas noches al regresar a casa en el mes de Junio, " el mes de los exámenes y de los tunos," en Salamanca.

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