EL ALIÑO

. "Salsa , condimento u otra sustancia  que se añade a la comida para darle más sabor y hacerla más gustosa ".

Cuando mi madre guisaba la comida " pa los de casa ", el aliño consistía en una hoja de laurel de la laurelera que tenía nuestra vecina la señora Esperanza en el huerto de su casa, y el pimentón de La Vera ( Cáceres )  que le regalaba cada año un vendedor que se " quedaba " en la posada y que visitaba Cereceda antes de comenzar las matanzas.

Para su aliño mi trabajo consistía en ir a buscar una rama pequeña al huerto de la vecina. Esa rama mi madre la colgaba en la despensa aunque en la ventana de la sala grande estaba el palo - las hojas se las había llevado el viento serrano o el viento gallego - de la rama de laurel que regalaban en la iglesia el Domingo de Ramos.

Yo tenía trabajo cuando mi madre guisaba un gallo o un cabrito o cualquier otra merienda encargada en la taberna.

Mi madre me " mandaba " a machacar ajo - yo tengo alergia a ese producto - y añadirle aceite y perejil, que yo cortaba del que se criaba en el huerto de casa.

Ya he contado que mi madre guisaba la merienda o la cena " a gusto de quien pagaba " si era una invitación personal, o bien preparaba dos fuentes : la una con aliño y la otra sin aliño para que pudieran sentirse satisfechos todos los comensales.

El aliño del gazpacho - hecho con pan duro - y de la ensalada de tomate eran obra de mi padre, a quien le gustaba añadir " bastante sal, mucha aceite y mucho vinagre " pues para eso " soy el tabernero ".

La sal se compraba un saco para la matanza y sobraba para el resto del año ; el aceite se compraba en mi casa a los jurdanos por damajuanas de cántaro - 16 litros, aunque en realidad son 16,133 litros - y el vinagre era una " bendición verlo en una tinaja de barro siempre llena ".

Aliñar y el aliño eran dos palabras " corrientes " en el lenguaje " gatuno ".

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