sábado, 31 de diciembre de 2022

 SALVAR EL LENGUAJE







Yo, como " padre " del blog Pataloso, tengo la obligación de salvar el lenguaje " gatuno ".

El lenguaje " gatuno " es el que se hablaba en Cereceda en mis años de niño.

Mis abuelas, Fausta y Águeda, mi abuelo Matías, los " viejos del Altozano ", los " gatos " de la fragua, las " gatas " del Periquito o de los Pontones o del Puente Cantería, me enseñaron un idioma " gatuno " que ni el párroco ni el médico, ni el maestro ni el veterinario ni el secretario me podían enseñar porque ellos lo desconocían.

Ese lenguaje, formado por cientos de palabras, se ha ido olvidando al marchar del pueblo los hijos de aquellos que lo hablaban.

- Cuando vienen en verano los mis hijos, se avergüenzan de la forma de hablar que el su padre y yo tenemos. Y a los mis nietos hay que decirles tres veces las cosas pa que se enteren, me decía una " gata ", un poco triste y un mucho resignada.

El blog nació con la finalidad de que los " gatos " y las " gatas " que emigraron tuvieran noticias del pueblo. Esa idea ha ido cambiando, paso a paso, hasta llegar al día de hoy, en el que se dedica a guardar para siempre las costumbres, los sentimientos y las palabras que reflejaban la identidad de Cereceda.

Cereceda, pueblo agrícola - trigo, cebada, centeno, " garrobas " - en las tierras y en los linares - patatas, frejones, alubias, garbanzos, remolachas y berzas - y ganadero - vacas, cabras, ovejas, burros, marranos y gallinas.

Hoy queda muy poco, poquísimo, de aquel pueblo.

Permítanme que yo intente, a través de los artículos del blog Pataloso, que, al menos, quede el recuerdo.


Foto pozocabana.blogspot.com  La criba, la horca, el muelo y las grancias.  


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