miércoles, 28 de diciembre de 2022

 EN DICIEMBRE Y EN ENERO el aceite se " yela " en el puchero.







A mi madre le gustaba guardar en un puchero grande, con su tapadera de barro, el aceite de oliva que cambiaba a los jurdanos por patatas y alubias o por trigo y cebada.

Ese aceite lo compraba antes de las matanzas.

Los pucheros con el aceite jurdano los guardaba en la despensa.

En la despensa con el suelo de barro, las paredes de adobes y el techo de tablas de castaño sobre las que había patatas tapadas con gelechos, decía mi madre que era el mejor lugar de la casa porque en la despensa hace poco frío.

Los pucheros del aceite se los compraba al señor Bruno ( Bruno García ) un alfarero de Tamames o se los había cambiado a algún alfarero de Pereruela a cambio de la cena y kla posada y el pienso para el mulo que tiraba del carro cargado de cazuelas y pucheros.

El vendedor de Pereruela, un pueblo de Zamora en el que todos eran alfareros, me contaba cómo quienes hacían los " cacharros " - así los llamaba yo - eran las mujeres.

A mí me divertía todo lo que me contaba el alfarero que llegaba al corral con el carro tirado por un " macho " y me decía que los de su pueblo y los de Cereceda debíamos ser parientes porque la Fiesta Mayor de su pueblo era el día de San Marcos, " lo mismo que en este pueblo ", el día 25 de Abril.

Mi madre, cuando necesitaba aceite, sacaba el puchero de la despensa y lo ponía cerca de la lumbre para que el aceite se " hiciera líquida, pero con poco calor " porque " si se pega mucho a la lumbre se raja el puchero ".

El aceite de oliva suele congelarse alrededor de los 7 grados centígrados.


Foto  Google.com


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