jueves, 17 de mayo de 2018


HARRAÑAL





Es una palabra que en tiempos se utilizaba en Cereceda.
Igualmente se utilizaba la palabra harraña.
Harrañal es una finca pequeña, un huerto pequeño, que no puede llamarse linar porque en ella nunca se sembró lino. Este pequeño huerto, que algunos llaman huerta, se encontraba dentro del casco urbano o de lo que entonces se consideraba casco urbano.
El harrañal se dedicaba a la siembra de forraje ( centeno segado en verde ) para los animales. Ese forraje, que se sembraba en llano y se segaba con la hoz en verde, se llamaba harraña.
Cuando se segaba el forraje se plantaban hortalizas : lechugas, tomates, berzas... productos para el consumo familiar.
El harrañal estaba muy bien estercolado con el estiércol de cerdos, cabras, ovejas y gallinas. La producción de ese huerto era muy alta pues se regaba con el agua de la Poza o con el agua del pozo que, unas veces estaba en el propio harrañal y otras en el corral de la casa.
En algunas comarcas de Castilla el harrañal era el lugar donde se " sacaban " a pastar los corderos pequeños, quienes comían ese forraje, como hacía mi padre con el huerto del Castaño.
El harrañal tenía una particularidad. Nunca tenía salida directa a la calle pública. Solamente tenía acceso desde el corral o desde la casa.
En Cereceda el harrañal se convertía en cortina.
Todavía existen algunos huertos a los que sus propietarios llaman cortina. Una cortina original es la de Paz, la madre de Agueda y Modesto. Esta cortina ( antes harrañal ) carece de acceso desde la calle Larga y en ella se plantan productos hortícolas.
Otros ejemplos serían el huerto de Flores tras el bar, el huerto de Juana al lado de su casa sin salida a la calle Larga, o los huertos de las casas de la " antigua " calle Francos, la calle situada detrás de la iglesia.

                   Foto   Constantino González Macías

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