martes, 24 de enero de 2023

 LA BÁSCULA de la fábrica de harinas







La primera vez que acompañé a mi padre a la fábrica de harinas de Arroyomuerto yo era muy pequeño.

Calculo que tendría cuatro años porque mi padre me llevó en el carro encima de los sacos y mi madre " renegó " porque " el muchacho se va a caer y lo va a pillar una rueda del carro ".

Yo llevé durante una parte del viaje a mi perra Sevino en brazos.

La perrita era muy pequeña y la cuesta desde Cereceda hasta la casilla de Arroyomuerto tiene cerca de una legua.

A llegar a la fábrica, mi padre iba descargando los sacos de trigo y los llevaba a la báscula para conocer su peso y calcular los kilos de harina y de salvado, y la maquila.

La maquila era la cantidad de kilos de trigo que debía " entregar " como pago por la molienda.

Una vez pesado el último saco de trigo, yo me subí en la báscula para ver cuánto pesaba, y después subí a mi perra.

Recuerdo que el molinero me dijo: " esta báscula no puede pesar a esa perrita porque pesa demasiado poco ".

Aquel día aprendí que la báscula era para pesos " grandes " y que a mi perrita debía pesarla en el platillo de la romana que tenía mi madre colgada en la despensa.


Foto   pinterest.es

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