domingo, 29 de enero de 2023

 PAN LEUDO, escriño lleno



Es un refrán de pueblo referido al oficio de " masar el pan " en cada casa.





Puede decirse que en Cereceda eran muy pocas las casas en las que no se " masaba " el pan que necesitaba la familia.

Cuando se acababa un pan, se sacaba otro del arcón de madera y se ponía en el escriño.

El escriño con el pan solía estar guardado en un cajón, el denominado " cajón del pan ".

En otras casas el escriño con el pan se dejaba sobre la camilla de la cocina. Ambos - pan y escriño - se tapaban con una servilleta de tela gorda de cuadros azules.

Si tenías hambre y la comida o la cena todavía tardarían un rato, solamente tenías que mover la servilleta y cortar con la mano un " rescaño " de pan.

Recuerdo que mi abuela se enfadaba muchísimo  - " me llevan los diablos " decía - cuando destapaba el escriño y se encontraba que le faltaban tres o cuatro rescaños al pan.

En mis años de niñez - 1945 al 1953 - el pan era un alimento " sagrado " pues, como ha escrito Isidro Marcos Martín GATO 2017, cuando se caía un trozo, grande o pequeño, de pan al suelo, lo cogíamos y lo besábamos antes de " llevárnoslo a la boca ".

El pan que salía del horno tenía la forma y el tamaño del escriño que había en casa, y pesaba aproximadamente un kilo.


Fotos  Google. com  Escriño y pan casero.


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