jueves, 12 de enero de 2023

 EL MÚSICO CALLEJERO





Yuri, GATO 2020, me ha enviado sus deseos de Felicidad para mí y para todos los " gatos " y me pregunta por los músicos callejeros, que es como él denomina a los tamborileros de Cereceda que le " simpatizan al verlos tocar en la plaza de su pueblo "

Siempre me han maravillado los hombres orquesta: Aquellos que tocan muchos instrumentos musicales.

De niño, cuando llegaba algún músico ambulante a la posada, yo lo acompañaba por las calles de Cereceda y me encargaba de llevar la gorra y acercarme a las puertas de las casas o entrar en la fragua a pedir una moneda.

- Este joven lo mismo toca el violín que la trompeta, me dijo un amigo que tiene su pequeña tienda en una concurrida calle alicantina. Cuando se cansa de tocar la trompeta, coge el violín y toca siempre un tango, lento y quejoso.

Hoy me he quedado un rato - medida de tiempo utilizada en Cereceda para quienes, como yo, no tienen reloj - escuchando el violín y la trompeta. En varias ocasiones he intentado hablar con él, pero la música ha seguido y me ha dado miedo interrumpir su interpretación.

Cuando  ha finalizado la " pieza musical " se ha dirigido a mí y me ha dicho :

- Mire usted, hoy voy a tocar lo que a usted le guste. Dígame qué desea escuchar.

- Alguna música del folklore de su país, por favor.

Ha dejado el violín en la caja abierta en la que lo guarda y que " sirve de gorra para recoger las dádivas de los transeuntes " , ha apoyado la trompeta en la silla de playa en la que se sienta y, sin dudarlo, ha entrado en la tienda de mi amigo, y ha salido con un acordeón.

El acordeón - un piano colgado de los hombros del músico callejero - , es mi instrumento favorito.

Los viandantes se han detenido para escuchar el lamento de su acordeón y todos - yo también - le hemos dado las gracias por su obsequio y hemos depositado con " cariño " unas monedas en la caja del violín.

- Este acordeón es mi compañero desde niño pues ya lo tocaba mi padre. No me gusta tocarlo en la calle porque mi padre lo tocaba en un teatro en mi pueblo, me ha dicho.

Y, se ha quedado buscando en el cielo azul de la mañana alicantina, la torre del campanario entre las montañas de un lejanísimo pueblo de Bulgaria.


Foto pinterest.es

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