domingo, 3 de junio de 2018


LLEVARSE COMO EL PERRO Y EL GATO





Es una frase que se atribuye familiarmente a los hermanos.

Parece que la enemistad de esos dos animales " viene de largo."
Cuando el hombre comenzó a domesticar los animales, pronto consiguió que el perro fuera su gran aliado. Lo necesitaba para cazar, para proteger sus rebaños, para defender su cabaña o la entrada de la cueva, según fuera su vivienda.
El perro se convirtió de esa forma en " el mejor amigo del hombre." Un título que se ha ganado por méritos propios más que por el trabajo de su dueño.
Yo tengo perros. Son pastores alemanes. Ellos se encargan de guardar la casa y de hacerme compañía. Pocas cosas les he enseñado porque " los pastores alemanes nacen ya enseñados."
Supongo que las mujeres fueron quienes eligieron a los gatos. Seguramente porque a los gatos les gusta estar junto al fuego, a la lumbre, junto a los pucheros. Su misión era proteger los graneros de ratones y otros animales.
Como los gatos son muy prolíficos pronto llenaron de gatos los pueblos en los que se iban asentando las gentes.
En una economía agrícola los gatos eran más importantes que los perros. En una economía ganadera los perros eran más necesarios.
En todas las casas de Cereceda había gatos, gatas y " gatinos " mientras que solamente los vecinos con ovejas solían tener perros. A ellos se unían los cazadores. La escopeta y el perro son los símbolos del cazador.
Aunque se dan " ejemplos " de perros y gatos de una misma casa que se llevan bien, es más frecuente que se peleen y se disputen la comida, la cocina - propiedad de los gatos - y las caricias de los dueños.
                  Foto  www.google.es

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