EL CHIFLO DEL AFILADOR Y LA CARRACA

El chiflo del afilador es una pequeña Flauta de Pan ( semidiós griego ) hecha de caña con su leve melodía haciendo sonar las notas de su escala tonal, de fuertes a agudos y viceversa.

Yo tenía en mi casa un chiflo que me había regalado mi amigo el señor  Santiago de Nogueira de Ramuín .

Quiero contar lo que ocurrió con el chiflo del afilador una Semana Santa alrededor del año 1950.

En la Semana Santa de Cereceda enmudecían las campanas y los toques para las celebraciones religiosas se hacían con una carraca grande, que estaba en la sacristía de la parroquia y que manejaban dos mozos.

A esa carraca grande nos uníamos los " gatines " con nuestras carracas, hechas por el tío Paco el carretero.

Mi amigo el afilador desconocía las normas de Cereceda y ese año entró por La Esquina, el barrio por donde la carretera de la Peña el Gato llega al centro del casco urbano, 

Y con su chiflo alborotó a todo el pueblo el día de Jueves Santo. Llegó carretera arriba hasta la puerta de la casa el cura y allí se detuvo y lanzó al cielo de Cereceda sus musicales sonidos.

El párroco salió muy enfadado a pedirle que guardara el chuflo pues " estamos en Semana Santa."

En silencio se dirigió hasta la posada de mis padres pensando que la tarde de ese día estaba perdida para su trabajo, pero mi padre encontró la solución : Yo iba puerta por puerta tocando mi carraca y avisando a todas las " gatas " de la llegada del afilador.

- Nunca tuve tanto trabajo, le dijo a mi padre, a la hora de la cena.

Y como prueba de su agradecimiento, echó en la panza de mi alcancía ( del árabe al-kanziyya " el tesoro oculto " ), mi cerdito de barro, dos monedas de un real.                                                                                                                                                                                                                                                

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