martes, 11 de abril de 2023

 CUANDO TE QUEDAS SOLO, hasta tu sombra te abandona





Es una enseñanza de mi amigo profesor de filosofía.

Es complicado reconocer en la ciudad que tú vives solo pues en la calle hay muchos coches y muchos viandantes y " vayas donde vayas siempre hay gente ", me dice.

Pero en la vida la soledad no tiene nada que ver con el bullicio o el caminar entre la gente.

- En tu pequeño pueblo de Salamanca es más fácil sentirse solo porque la calle es una soledad y el campo es otra soledad, aunque en los dos sitios tienes pajarillos o tienes el ruido lejano de los animales o el ruido del agua del río. En los pueblos en los que el sol se esconde muchos días al año, te puedes encontrar que ni siquiera tu propia sombra te acompaña.

Cuando yo subía en solitario a la Peña y los vecinos me lo recordaban, yo siempre les decía " subo acompañado de mi palo y de mi sombra por entre los pinos ".

Al pastor, que se pasaba el día en el campo cuidando el rebaño, le acompañaban las ovejas, el mastín leonés, el carea y su cayá.

Como decía un cabrero de Cereceda " los días que no sale el sol ninguno de los cinco hacemos sombra ".

Foto  Google.com

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