MI ÚLTIMO HORNAZO EN LA VEGA

Fué el día 5 de abril de 1953.

Tras la celebración del Rosario en la iglesia parroquial, era costumbre acudir a La Vega, un prado grande a un kilómetro del casco urbano, con un fardel o un capazo en el que se llevaba el hornazo y la bebida.

Aquel día por la mañana mi madre había preparado un hornazo grande, dividido en trozos para que mis amigos y yo lo lleváramos a la Vega y lo comiéramos pues el día " no amenazaba agua ", cosa que ocurría muchos años cuando el Domingo de Pascua caía antes de mediados de abril.

En algunas casas se cocía un hornazo pequeño para que la " gente menuda " pudiera llevar su propio hornazo.

En aquellos años había muchas casas en Cereceda en las que no se podía cocer un hornazo para cada uno de los " gatines " de la familia.

Y aquella tarde nos dirigimos los siete amigos - diríamos los " Siete Magníficos " - desde la taberna de mis padres con los trozos de hornazo y dos botellas de gaseosa, a celebrar la Fiesta de la Pascua comiendo el hornazo en la Vega.

Nuestros nombres infantiles ( teníamos 12 y 11 años ) : Ciso, Paco, Manolo, Mingo, Mero, Juanín y Nachito.

Nuestros nombres " reales " : Narciso San Pablo, Francisco García, Manuel Macías, Domingo Sánchez, Baldomero Martín, Juan Casado y Atanasio Sánchez.

Hoy, fecha en la que se cumplen 70 años de aquel " acontecimiento ", quiero tener un recuerdo para mis amigos y, en especial, para Narciso San Pablo ( qepd ) y para Manuel Macías ( qepd ).

Aquel hornazo era mi despedida de " los mis amigos " pues en setiembre de 1953 yo abandoné la Escuela Unitaria de Niños de Cereceda para estudiar Primero de Bachiller en el Colegio de los Padres Claretianos en San Martín de Trevejo, un municipio de la provincia de Cáceres.

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