EL TILILAR DE LAS ESTRELLAS
En homenaje a quienes de niño me enseñaron a mirar al cielo de Cereceda para ver " tiritar a las estrellas ".
Cuando yo era pequeño y en las noches invernales, frías y con cielo limpio, me trasladaba a la casa de mi abuela, recuerdo que mi tío Horacio, mi padrino, me señalaba las estrellas, me decía sus nombres - el Camino de Santiago, el carro grande y el carro pequeño, como él llamaba a la Osa Mayor y la Osa Menor - y me explicaba el significado del verbo tiritar.
Mi tío había dormido muchas noches bajo el cielo cuando se dedicaba al carbón, cuando vendía patatas o garbanzos por los pueblos de el Campo Charro, y cuando acudía " a la siega " a Villamayor.
Tiritar es " lo que hacen las estrellas en noches de luna llena. Parece que tiritan y que se van a caer del cielo. ¡ Menuda helada caerá esta noche ...¡ ".
Don Lamberto, mi maestro en la escuela del pueblo, me enseñó " que las estrellas parpadean, que su luz se enciende y se apaga intermitentemente, pero la luz de los planetas no lo hace. Eso obedece a las distintas capas de aire que atraviesa la luz de las estrellas hasta llegar a la superficie de la Tierra. Pero el Sol, que es una estrella, tiene una luz tan fuerte que no tilila."
Muchos años después aprendí que en el Arbol de Navidad, además de los adornos y los regalos colgados de sus ramas, se colocan luces que tililan constantemente : " Es un símbolo de la festividad navideña que extiende el parpadeo por fachadas de edificios, calles y plazas de pueblos y ciudades ".
La visión de las luces con su tililar quiere semejar que las decoraciones " cobran vida ", que el " fuego " de la Navidad arde en los hogares y en las calles, que la alegría reina en la noche oscura y fría de Diciembre, que sale al exterior el brillo de las brasas de las lumbres de las cocinas y que las " chispas " del hogar se extienden por calles y plazas.
Cada noche, yo vivo en el campo, me asomo al cielo del Mediterráneo para ver las estrellas, pero éstas no " tiritan " como tiritaban las estrellas del cielo de mi pueblo - Cereceda. Salamanca. España - en las noches frías que pregonaban la helada de la mañana siguiente.
Etiqueta. Vocabulario.
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