jueves, 8 de diciembre de 2016

SONETO AL CIPRES DE SILOS

             Enhiesto surtidor de sombra y sueño,
             que acongojas el cielo con tu lanza,
             chorro que a las estrellas casi alcanza
             devanado a sí mismo en loco empeño.

             Mástil de soledad, prodigio isleño,
             flecha de fe, saeta de esperanza.
             Hoy llegó a tí, riberas del Arlanza,
             peregrina al azar, mi alma sin dueño.

             Cuando te ví señero, dulce, firme,
             qué ansiedades sentí de diluirme
             y ascender como tú, vuelto en cristales,

             como tú, negra torre de árduos filos,
             ejemplo de delirios verticales,
             mudo ciprés, en el fervor de Silos.

Este soneto fué escrito por Gerardo Diego ( Santander 1.896 - Madrid 1.987 ).

El poeta llegó al Monasterio de Silos al atardecer del día 3 de Julio de 1.924 y, después de la cena, recorrió el claustro románico y se vió sorprendido por la presencia del ciprés. Aquella noche Gerardo Diego escribió en su celda el soneto. A la mañana siguiente, antes de partir, transcribió el poema en el Libro de Firmas del cenobio.
Se cuenta que D. Miguel de Unamuno lo recitaba de memoria en sus paseos por el claustro de la Universidad de Salamanca.
Este soneto se encuentra dentro del libro " Versos humanos. "
Gerardo Diego volvió a Silos el 1 de Mayo de 1.933 y escribió en el Libro de Firmas otro soneto " Primavera en Silos ", que figura en el libro " Versos divinos ".
En Mayo de 1.936 de nuevo el poeta dedicó un soneto al ciprés de Silos : es el soneto número 39 en el conjunto de 42 sonetos que integran " Alondra de Verdad ". Este soneto termina con el siguiente verso:
                      " Sálvame tú, ciprés, cuando me aleje "

Con este artículo pongo fin a la trilogía dedicada a Silos, y que espero dé respuesta a la petición de mi amiga María.


Etiqueta.    Literatura

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