Ayer hablé con un amigo murciano, " panocho " puro, seguidor del blog, agradecido por mi vocabulario castellano.
En la conversación salió la palabra noria. Antes de que él me diera una lección de " huertano " como en otras ocasiones, yo le dije que conocí una noria en mi pueblo.
El dueño de la noria era Fortunato, el del comercio, en un huerto que tenía junto a la Fuente Grande y al molino. Recuerdo haberla visitado en varias ocasiones porque me llamaba la atención que los vasos - cangilones - subían llenos de agua. Un burro o un caballo daba vueltas y vueltas para regar el linar.
Ese invento era "mucho mejor " que los cigüeñales, muy abundantes en Las Suertes y en El Tejar.
Las norias fueron un invento de las gentes que vivían en Mesopotamia ( Asia ) entre los ríos Tigris y Eufrates.
Ese invento era muy del agrado de los árabes, el pueblo nómada acostumbrado a vivir en el desierto.
La noria sirve para elevar el agua - me dijo - mientras que la azuda - yo desconocía esa palabra - es una presa hecha en el río para desviar el agua y regar la huerta.
Yo -le dije - la llamaré poza, que es el nombre que damos a la azuda en Cereceda.Todos los años teníamos que rehacer la poza de la Fuente Castaño.
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Etiqueta Vocabulario
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