VAMOS A SACAR PATATAS

En Cereceda, cuando llegaba " la hora de sacar las patatas," la víspera se hacían los preparativos.
Los sacos para las gordas, los sacos - más bien el saco - de las patatas de sembrar, los sacos para las patatas chicas. Iguales categorías se establecían con los cestos : cestos de las gordas, de las sembraderas y de las chicas. En el cesto de las chicas se echaban las patatas "picadas," con la azada, pues todas ellas iban destinadas a los marranos y se consumían en un corto espacio de tiempo.
Había que preparar las azadas según el número de " sacapapatas ". Se añadía el saco de heno que mi padre llevaba para que las vacas comieran al mediodía. Se prescindía del barril de agua pues el calor era llevadero y todos los huertos estaban cerca de una fuente, de una poza o de un río,.
En Cereceda los huertos de patatas eran todos de regadío. Aunque recuerdo que mi padre tenía patatas en la " hondoná " de Las Canalejas que no era necesario regarlas.
Mi madre preparaba " lo necesario " para la comida del mediodía. Cuando íbamos a sacar patatas nos quedábamos en el huerto todo el día. En realidad de once de la mañana a cinco de la tarde.
La " saca de las patatas " era otra ocasión - una más - para faltar a la escuela.
Como remate diré que ese día comíamos patatas, guisadas en el huerto. Es posible que hubiéramos almorzado patatas y, es seguro, que para cenar tendríamos patatas " esbaratás."

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