martes, 31 de marzo de 2020


EL BUHONERO








El buhonero era la persona que vendía baratijas por los pueblos.
Los buhoneros que llegaban por los años cincuenta a Cereceda se alojaban siempre en la posada de mis padres.
Mi madre les preparaba unas patatas cocidas y algún torrezno de tocino para cenar. Después dormían en el portal cerca de sus pertenencias.
Unos venían con un borrico, otros con un carro tirado por un mulo - ellos lo llamaban " macho " y le " echaban de cena mucha paja y poca cebada."
A mí me gustaba ver la mercadería que traían en sus cajas de madera. Allí había de todo : agujas, alfileres, dedales, hilos de colores, cintas para adornar sábanas,,,
Lo que más me gustaba del buhonero era ver las piedras de los mecheros,
Eran unos pedacitos de piedras redondeadas, de color gris, metidas en unas cajitas de cartón y que ellos ponían en la mano entre " el dedo gordo y el dedo de al lado," decían ellos, para mostrarlas a los posibles compradores.
Mi padre siempre les compraba, mejor dicho, el buhonero le pagaba la cena y la posada y el desayuno con unas cajas de piedras de mechero, unas agujas y alfileres para mi madre y algún lazo o adorno para las sábanas o los manteles.
También " traían " mecheros y mechas. Traían un rollo largo de mecha que partían según las  pesetas que el fumador se quería gastar. Nunca la medían, sino que decían : este trozo dos reales, este tres reales, este trozo una peseta.
 El buhonero iba vendiendo por las calles del pueblo, a la puerta de las casas y procuraba reunir a unas cuantas mujeres porque " cuantas más mujeres se juntan, mejor me va la venta."
Yo me lo pasaba " muy bien " cuando en una noche se reunían en casa el buhonero y el afilador. Cantaban canciones de sus " tierras " y no tenían prisa para acostarse porque a la mañana siguiente, el trabajo empezaba después de " tocar el boyero, el cabrero y avisar el pastor."

Foto  todocoleccion.net


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