miércoles, 18 de marzo de 2020


LA CARRERA DE BARCOS

Este artículo fué publicado en la revista PATALOSO. Agosto 2.019.

Su autor Atanasio Sánchez Martín, Nachito. Director y Editor de la Revista.





Los niños de la calle Larga y nuestros amigos de otras calles, teníamos una diversión especial con la llegada del mes de Junio: El agua de la poza se ponía a duda, dos horas de agua para cada vecino.
Algunos vecinos tapaban la poza durante una hora para regar con un " tercio " más grande porque el " hilo " - el agua que entraba y salía de la poza sin detenerse -  era poca para regar patatas y frejones tras la llegada al huerto.
Muchas mañanas un grupo de niños nos reuníamos a la puerta del tío Modesto, en la calle Larga. Allí esperábamos la llegada de la " crecida del agua."
La cáscara exterior de los pinos es fácil de arrancar y, con ella y con papeles, nosotros hacíamos barcos. Pero las hojas de papel se mojaban y los barcos se hundían.
La cáscara del pino pesa poco y flota muy bien. Le añadíamos un palo en el centro. Con un trozo de tela construíamos la vela, aunque tenía poca utilidad en la navegación de nuestros barcos calle abajo.
Allí estaban los intrépidos capitanes para hacer la carrera de barcos.
Paco, el hijo del tío Paco el carretero, Ciso ( q.e.p.d.), Paco el hijo del tío Manolín, Domi que pasa el verano en Cereceda y es un artista con la madera, Manolo ( q.e.p.d. ), Mero que acude alguna vez  a visitar el pueblo, Juanín que vivía en la esquina pero amigo y quinto nuestro. Alguna mañana se unían Marcos, el hijo de D. Juan, y Pedro que vivía junto a la calle Larga. Y allí estaba yo.

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