martes, 24 de marzo de 2020


MARZO MALO O BUENO, el buey a la yerba y a la sombra el perro






Es un refrán que muchos años " parece " equivocado.
En Cereceda se guardaban los prados para aguadañarlos y encerrar el heno en los pajares para la época del invierno.
Un saco de heno era la comida habitual de las vacas cuando, uñidas al yugo, estaban en las tierras arando o sembrando. También se le " echaba " un saco de heno en el corral los días que nevaba y " no tocaba el boyero. "
" Tocar el boyero " es una expresión de Cereceda y era la forma con la que el boyero anunciaba la salida por la mañana de las vacas a una zona del pueblo. Las vacas ese día descansaban. El toque lo hacía con un cuerno. Era difícil hacer sonar el cuerno y que se pudiera oír por las calles del pueblo.
El perro era muy inteligente, pues sabía " tumbarse " cerca de la lumbre que en invierno hacíamos en  la dehesa cuando íbamos a juntar hoja. Hacía tanto frío que te quedabas " engarañao " con el rastro entre los dedos.
El pastor también preparaba una lumbre en invierno para calentar la " merienda " que llevaba en la " cuerna " y que le servía de comida,
Los careas se echaban junto a la lumbre. A los mastines, los protectores del rebaño ante los ataques del lobo, les desagradaba el fuego y se tumbaban lejos de la lumbre.
La llegada de la primavera y del calor hacía que los perros " buscaran la sombra."
Todos los " gatos " recordamos con cariño a nuestro perro caminando debajo del carro, a la sombra. Llevaba la misma velocidad que las vacas.
Los hombres de Cereceda decían : ¡ quién fuera perro en primavera y en verano para ir a las tierras y a los huertos " a la sombra " !.

 Foto   es.dreamstime.com

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